Thursday, December 09, 2010

IMAGENES DE UN VIRUS







EL SIDA Y SUS FICCIONES CINEMATOGRÁFICAS



Hace unos días se celebró el Día Mundial contra el Sida. Una fecha que ha pasado a ser un día de lucha contra la exclusión a una jornada de llamada a la precaución, la profilaxis y a luchar contra la intolerancia y los coletazos de la discriminación.
El cine, como la literatura, se ha hecho eco desde el principio- en el terreno de la ficción o el documental- de los relatos posibles en torno a una pandemia que apareció como enfermedad con connotaciones “morales” y “sociales” hasta pasar a ser una enfermedad más. Recientemente la oscarizada “Precious” de Lee Daniels, basada en una fantástica novela de Sapphire, nos contaba la odisea de una joven de Harlem, seropositiva, maltratada por su entorno, acosada por el heterosexismo y madre prematura. “Tres agujas” del canadiense Thom Fizgerald ha denunciado el “negocio de la sangre” en el llamado “tercer mundo” y la exclusión familiar de un actor porno heterosexual en “el primero”.






Hace unos años André Techiné nos contaba en su opera coral “Los testigos” el surgimiento de la pandemia en la Francia de los años ochenta a través de una historia de amor bisexual y de toma de conciencia colectiva. En “Cachorro” Miguel Albadalejo se hizo eco del surgimiento de la pandemia en nuestro país contándonos, en clave de comedia sentimental, la aventura de un dentista seropositivo (ubicado en Chueca) que debe enfrentarse a la intolerancia y los prejuicios pero también a la amistad y el apoyo. Directores como François Ozon han manifestado que todavía no se sienten preparados para rodar una película que hable directamente del VIH. Demasiados amigos muertos, demasiados recuerdos dolorosos, demasiados fantasmas. En Argentina “Un año sin amor”, los trabajos de Hervé Guibert o Patrice Chereau con “Son frérè” nos han mostrado toda la crudeza de la enfermedad y en México “Welcome” que es posible vivir y amar con el VIH. Otros dan un rayo de esperanza, optimismo y positividad. Es el caso de Oliver Ducastel que en sus películas nos habla de la existencia cotidiana de parejas homo y heteros que viven con el VIH. Han pasado los tiempos en que Gregg Araki con su “The living end” denunciaba con rabia la inactividad de los poderes públicos y otros en sus documentales o mediometrajes pedían la atención del ministerio de Sanidad. Las ficciones sobre el SIDA se multiplican en la historia de un virus que no conoce más fronteras que el látex y que se atreve a hablar sin complejos de sí mismo.

1 comment:

Jose Ramon Santana Vazquez said...

...traigo
sangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...


desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ


COMPARTIENDO ILUSION


CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...


AFECTUOSAMENTE : AL MARGEN
OS DESEO UNAS FIESTAS ENTRAÑABLES 2010- Y FELIZ AÑO 2011 CON TODO MI CORAZON….


ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE ACEBO CUMBRES BORRASCOSAS, ENEMIGO A LAS PUERTAS, CACHORRO, FANTASMA DE LA OPERA, BLADE RUUNER Y CHOCOLATE.

José
Ramón...